Como ya es costumbre, el pasado sábado 26 de mayo, la Cofradía estuvo presente en las Vísperas que celebra por Pentecostés la comunidad de Madres Benedictinas en su Monasterio de Santa María de Carbajal, del que parte nuestra procesión cada Domingo de Ramos.
A las siete de la tarde daba inicio la procesión del fuego en la que una nutrida representación de la Junta de Seises -con el Hno. Abad, Antonio José Hernández Crego al frente- y varios ex-abades se entremezclaban con la gran cantidad de peregrinos presentes. No en vano, allí se encuentra el que -en breve- será único albergue en nuestra Ciudad. Por este motivo, la celebración -que dio comienzo en el claustro del cenobio, por el que ha discurrido nuestro Via Crucis en los últimos Lunes Santos- se realizó, en varios momentos, en distintos idiomas.
Ya en el interior del templo conventual, durante cerca de una hora, los asistentes pudieron disfrutar de las voces de las Madres Benedictinas en sus cantos de Vísperas.
En torno a las ocho de la tarde, el acto
se cerraba con un ágape de vino
dulce y pastas ofrecido por las Reverendas a los invitados, de modo
especial a las dos Cofradías que tiene allí su "sede procesional", La
Redención y Minerva, con las que se aprovechó la ocasión para
confraternizar.
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